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Mensaje por Admin Miér Mar 22, 2017 5:55 pm

LA NUEVA JERUSALÉN


LECTURAS BÍBLICAS:

Capítulo 21 de Apocalipsis.

21:1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.
2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
6 Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.
8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
9 Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.
10 Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,
11 teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.
12 Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;
13 al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas.
14 Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.
15 El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.
16 La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales.
17 Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel.
18 El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio;
19 y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda;
20 el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.
21 Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio.
22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.
23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.
24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.
25 Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.
26 Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.
27 No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

Introducción:

La Nueva Jerusalén, es la consumación Corporativa, de la Economía del Dios Triuno, en todos sus Huiós, Neaniskos y Teknón, y los Santos de todos lo tiempo, desde la creación del hombre.
La Nueva Jerusalén es la expresión Corporativa del Espíritu del Dios Triuno, mediante la cual, Él puede expresarse en toda la creación.
Esta Corporación, contiene en su economía, toda la plenitud del Espíritu del Dios Triuno. Es también conocida como el Nuevo Hombre, el Postrer Adán, la Novia del Cordero.

Muchos tienen una idea errónea de la Nueva Jerusalén. Algunos piensan que es una ciudad física inanimada. Piensan que, en un próximo futuro, bajará del cielo, y se situará por encima del territorio, que el Espíritu de Dios prometió a Abraham.

Otros piensan que la Nueva Jerusalén no es un lugar físico, ellos piensan que se encuentra en el cielo que, pero es un “lugar donde vivir”.

La escritura dice de ella en Apocalipsis 21:2 y 9,

9 Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.
10 Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,
11 teniendo la gloria de Dios.

Por esto versículo, y otros, podemos entender claramente que la Nueva Jerusalén, no es algo físico inanimado, es entre otros grupos, la desposada del Cordero ni es algo que está exclusivamente en el cielo o en la tierra.

La Nueva Jerusalén es la expresión plena de la Economía del Espíritu del Dios Triuno, allí podemos ver talvez, entres otros seres, la “Desposada” la “Esposa del Cordero” formada en su Gobierno Teocratico de miles de millares de todos los Huiós y Neaniskos del Espíritu del Dios Triuno, la Iglesia y en ellas por el contexto bíblicos, encontraremos todos los santos de todos los tiempos juntamente con Israel.

La Nueva Jerusalén viene hacer así un espíritu vivo y Corporal y Corporativo que gobernará en el milenio las Naciones mediante So Gobierno en el Reino de Dios.
Las Naciones tendrán la comisión de tener formado en sus corazones el Espíritu de Dios para ser aptas para entrar en el Reino Eterno del Espíritu de Dios.
Serán apoyados en esta comisión por la Iglesia, con todos los Huiós y Neaniskos del Espíritu de Dios por Israel y los Santos de todos los tiempos mediante un cuerpo Glorificado.

Esto es lo que es la Nueva Jerusalén y su comisión en el milenio.

La Nueva Jerusalén será así formada:

1. Los Santos de la dispensación de la inocencia. (Adán y Eva)
2. Los Santos de la dispensación de la conciencia. (Los Santos patriarcas hasta a Noé)
3. Los Santos de la dispensación del gobierno humano. (La descendencia de Noé hasta Abraham)
4. Los Santos de la dispensación de la Promesa. (Desde Abraham hasta el éxodo)
5. Los Santos de la dispensación de la Ley. (Desde éxodo hasta Pentecostés)
6. Los Santos de la Gracia. (Desde Pentecostés hasta el arrebatamiento de la Iglesia)
7. Los Santos del periodo de juicio de la gran tribulación (Desde el arrebatamiento de la Iglesia, hasta la segunda venida de Jesucristo)
8. La dispensación de Milenio. (Desde la segunda venida de Jesucristo hasta la creación del cielo nuevo y tierra nueva)

El Tabernáculo de la Nueva Jerusalén representa toda la Plenitud de la Iglesia, la consumación final, de toda la obra del Espíritu de Dios, en todos los Gloriosos Huiós, Neaniskos del Espíritu de Dios, con el fin de poder expresar el Gobierno del Dios en Amor y Justicia en toda Su creación, para toda la eternidad.

Cada parte del corazón de un Huiós o Neaniskos del Espíritu de Dios en el Tabernáculo (o Gobierno), de la Nueva Jerusalén, contiene una porción del Espíritu del Dios Triuno, que le llena totalmente su corazón el cual es una parte de la verdadera Iglesia.
Todos ellos, forman parte de una unidad, de un solo Espíritu, que representa la máxima expresión Económica del Espíritu del Dios Triuno, mediante la cual, Él puede expresarse.

Es por esto que en Apocalipsis 21:3 se dice:

3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.

En la Nueva Jerusalén, el Tabernáculo, la Iglesia es simbólicamente el Gobierno del Espíritu del Dios Triuno en el Reino Milenial y en el Reino Eterno del Espíritu de Dios.
Él ha formado cada corazón, de todos Sus Huiós y Neaniskos en Justicia y Santidad.
El Espíritu de Dios pudo formarse plenamente en ellos, llenado todos sus corazones, para ser Su morada permanente por toda la eternidad, para establecer y gobernar mediante ellos, Su Reino Milenial y Eterno, donde pueda expresarse plenamente y eternamente con Amor y Justicia, sin la posibilidad de una rebelión.

Pero esto no es todo, como se indica en Apocalipsis 21:22,

22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.

Y aquí algo verdaderamente asombroso y extraordinario, no solo sus Huiós y Neaniskos morarán con el Espíritu del Dios Triuno es sus corazones, por toda la Eternidad, expresando la voluntad del Espíritu; diciendo la escritura, que “el Señor Todopoderoso es el Templo de Ella, y del Cordero” significa que todos sus Huiós y Neaniskos están puesto en “la Iglesia” que es el Tabernáculo del Espíritu Triuno, del Dios Todopoderoso, juntamente con Su Cuerpo representado por todos los Santos Glorificados de todos los tiempos, del Cordero y del Espíritu del Padre formando juntos en una unidad espiritual corporal y corporativa, apta para gobernar toda la nueva creación por toda la eternidad.

La Nueva Jerusalén, representa el corazón del Nuevo Hombre, el Postrer Adán, coparticipe con el Espíritu del Dios Triuno con todos Sus Huiós y Neaniskos mediante la totalidad del Cuerpo Corporativo del Cordero juntamente con todos los Santos de todos los tiempos.

La idea que los creyentes una vez muertos irán al cielo para estar con el Señor, es bastante vergonzosa e irreal, si la comparamos con la realidad de las escrituras.

Una cosa es estar con el Señor, y otra ser la morada mutua de sus Huiós, Neaniskos como Iglesia en el Espíritu del Dios Todopoderoso como Su Gobierno Executivo mediante el Nuevo Hombre; Él en ellos y ellos en Él en un Espíritu.

Y que destino maravilloso tienen también, todos los Santos de todos los tiempos que han permitido al Espíritu del Dios Triuno, a formarse según el determinado consejo del Espíritu de Dios en sus corazones y en su experiencia en esta tierra, para poder ser parte de Su Gobierno Teocratico administrativo en el Reino de Dios.

Estos serán los funcionarios reales que, bajo las directivas del Gobierno del Reino regirán a las Naciones con “la vara de hierro” y tendrán la comisión de llevar a la práctica cada dictamen real en el Reino milenario, como se dice en Apocalipsis 21:24-27; 22:1,

24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.
25 Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.
26 Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.
27 No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

Ap. 2:26-27 26 Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, 27 y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre;

22:1 Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.
2 En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.

Para todos ellos ciertamente ir al cielo es como ir a estar cerca del Espíritu de Dios, pero con la realidad, de no tenerlo formado plenamente en sus corazones como Iglesia, ni de poder estar en la “Iglesia” en Su Cuerpo. Todo ellos no podrán tener acceso al Tabernáculo de la Santa Cuidad jamás serán relegado a servir la Naciones y la Nueva creación.

La Nueva Jerusalén según Apocalipsis 21:2 no se quedará siempre en el cielo, dice:

2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

Todos los Huiós, Neaniskos del Espíritu del Dios Triuno, una vez al cielo, entrarán por las puertas del norte, del sur, del este y del oeste de la Santa Ciudad de camino dentro del Tabernáculo.
Las puertas son representadas simbólicamente por doce perlas preciosas, como se dice en Apocalipsis 21:21,

21 Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla.

Las perlas simbolizan a la muerte y la resurrección de Cristo y de sus Huiós, Neaniskos juntamente con Él.
El corazón de una ostra una vez herido, se trasforma en una preciosa perla dentro de la ostra.
Esto es lo que simbolizan las puertas, una imagen del máximo producto de la Economía del Espíritu del Dios Triuno en todos sus Huiós, Neaniskos, del Espíritu de Dios que forman la Iglesia.

Cada lado, de la Nueva Jerusalén, tendrá tres puertas, las cuales simbolizan también, al Espíritu del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, porqué todos Ellos participaron en la Economía de la Nueva Jerusalén.

Esta es la Nueva Jerusalén, La Jerusalén Celestial, La Ciudad Santa, con el Tabernáculo del Espíritu de Dios, la Cuidad de Arriba.

Todos Sus Huiós, Neaniskos una vez entrados, formarán la totalidad del Tabernáculo de la Nueva Jerusalén, como un Cuerpo vivo y esta, después del milenio, el Espíritu del Dios formará un Cielo Nuevo y una Tierra Nueva.

Ella descenderá del cielo del Espíritu de Dios, para tener su morada en la en un mundo renovado, y no en el cielo, como muchos piensan.

No se trata de una cuidad física sin vida, se trata del producto de la “Zoe” y de la naturaleza más preciosa y maravillosa del Espíritu del Dios Triuno en su Economía.
Una Corporación viva, repleta de la “Zoe” del Espíritu de Dios, de la cual rebozará toda la Plenitud de la expresión del Espíritu del Dios Triuno, totalmente saturada de la Naturaleza Divina, para que ella pueda ser la morada de todos Sus Huiós, Neaniskos, y de todos los Santos de todos los tiempos, al fin de poder expresar Su Justicia y Amor, primero en el milenio y después en toda la creación y por toda la eternidad.

EL MURO

Tener el Espíritu de Jesucristo Glorificado formado en nuestros corazones, representa participar plenamente de la “Zoe” y la Naturaleza del Espíritu del Dios Triuno formada en nosotros. Esto nos es enseñado mediante símbolos en Apocalipsis 21:18 que dice:

18 El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio;

El material usado por el muro de la Nueva Jerusalén, es de Jaspe. Jaspe es de color verde oscuro, y representa la “Zoe” Divina en su Plenitud. Todo lo que vemos en la naturaleza que es de color verde, tiene vida.

Así, el muro de la Nueva Jerusalén, es la imagen de la realidad de la “Zoe” del Espíritu del Dios Triuno, debido que solo en el Espíritu del Dios Triuno hay la “Zoe”.
La Nueva Jerusalén posee la Plenitud de la “Zoe” del Espíritu del Dios Triuno juntamente a la aportación del contenido de todos los vasos de barro de los creyentes que son formados, cada uno según la Gracia recibida.
Los símbolos también, describen al Espíritu del Espíritu de Dios, de este color verde oscuro, como en Apocalipsis 4:3 que dice:

3 Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.

En las puertas del muro hay escrito los nombres de la 12 tribu de Israel, como se dice en Apocalipsis 21:12,

12 Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;

Los doces tribus de Israel aquí, representan al conjunto de todos los Santos del Antiguo testamento, como guardianes en las puertas.
Las doce tribus de Israel, representan a la Ley eterna de Dios. Estando toda esta multitud, en las doces puertas, aseguran que quien entra por las puertas, satisface a los requerimientos Santos y Justos de la Ley del Espíritu de Dios.
En el muro tenemos dos fundamentos:

Primero: los 12 Apóstoles en los cimientos, simbolizan la fe, mediante la cual los Huiós, Neaniskos y Teknón del Espíritu de Dios, han nacido de nuevo, y tienen el derecho cundo formados, de entrar en la Cuidad Santa.

Segundo: las doce Tribus de Israel en las 12 puertas, aseguran, que todos los hijos de Israel que entran, tengan formado al Espíritu de Jesucristo Glorificado en sus corazones debido que esto cumple con los requerimientos de pureza del Gobierno de la Ciudad Santa de Dios.


LOS CIMIENTOS DEL MURO

Los cimientos de los muros, simbolizan el espíritu vivificante que se formó en la Iglesia mediante la FE, por los doce Apóstoles, como se dice en Apocalipsis 21:14,

14 Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.
15 El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.
16 La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales.
17 Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel.
18 El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio;
19 y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa.

La mención de los doce Apóstoles, denota que la Nueva Jerusalén, no solo está formada por los Santos del Antiguo Testamento, pero también sobre el fundamento de las primicias de la Iglesia, los Apóstoles, los cuales todos tenían formado al Espíritu de Jesucristo Glorificado en sus corazones.

El Espíritu de Jesucristo Glorificado, formado en los corazones de sus Huiós y Neaniskos mediante la FE, es entonces el fundamento esencial para entrar en el Tabernáculo la Nueva Jerusalén, la Iglesia.

Los Apóstoles representan la Gracia del Espíritu de Dios. Esta Gracia es el fundamento en que se basa la Fe de creyente, no solo para su salvación, más también, para su plena santificación según la Gracia recibida. La Gracia es el Espíritu de Jesucristo Glorificado e impartido en el creyente como espíritu vivificante hasta ser formado en todos sus Huiós y Neaniskos el cual, es el fundamento para entrar en el Tabernáculo de la Nueva Jerusalén.

Las piedras preciosas simbolizan la obra consumada de la santificación del Espíritu del Dios, con el fin de formar el Espíritu de Jesucristo Glorificado en todos Sus Huiós y Neaniskos, para experimentar en sus vidas la Justicia y la Santidad de manera constante por medio del lavamiento y de la unción del Espíritu Santo, y hacerlos aptos para Su Gobierno Milenial y Eterno.

No solo el Señor nos ve como una piedra preciosa debido al tesoro que tenemos dentro de nuestro vaso de barro, además debido a una santificación completa, nuestro vaso de barro tiene el color del jaspe por fuera, saturados por la “Zoe” del Espíritu de Jesucristo Glorificado que reboza en nuestro vaso. Somos preciosos y el Espíritu de Dios nos ve como piedras preciosas, debido el haber alcanzado y experimentado cada detalle de la “Zoe” del Espíritu de Dios que tenemos recibido en nuestra experiencia en esta tierra.

LA CAÑA DE ORO

Una caña se usa simbólicamente para medir, sobre todo cuando se toma una posesión. La Ciudad Santa, es hecha de oro. El oro, representa la naturaleza del Espíritu de Dios.
La medida hecha con la caña de oro, simboliza que todo lo que se mide, consiste en solo lo que es la naturaleza del Espíritu de Dios económico.
Todo es encontrado perfecto, inmaculado y completo, no falta nada en la Ciudad Santa. Las medidas de la Ciudad Santa representan la Plenitud del Espíritu del Dios Triuno en su Economía con todos sus Huiós, Neaniskos, en el Tabernáculo y con todos los Santos de todos los tiempos en el resto de la Ciudad.

POR FUERA: tendrán simbólicamente, la apariencia exterior, de ser como el Espíritu del Dios, de color verde como la piedra preciosa del Jaspe, debido que tendrán la “Zoe” formada en ellos, según lo que determinó el Determinado Consejo del Espíritu de Dios en la eternidad pasada.

POR DENTRO: serán de oro puro, semejante al vidrio limpio por tener su espíritu de Jesucristo Glorificado formado en ellos.

En la eternidad futura, la Nueva Jerusalén, podrá expresar, todas las riquezas en Justicia y Santidad de la “Zoe” del Espíritu del Dios Todopoderoso.

LA CUIDAD POR DENTRO

En Apocalipsis 21:18 se dice,

18 El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio;

Si consideramos ahora la Cuidad Santa, que está dentro del muro hecho de la piedra preciosa del Jaspe, notemos que está hecha totalmente de oro puro, semejante al vidrio limpio.
El oro puro, representa simbólicamente como tenemos dicho, la Naturaleza del Espíritu del Dios. Esto solo puede simbolizar que en la realidad eterna de todos los Huiós, Neaniskos y de todos los Santos de todos los tiempos del Espíritu de Dios, son la representación de toda la Plenitud, de la Naturaleza del Espíritu del Dios, siendo la Ciudad de la Nueva Jerusalén, el simbol de la totalidad del Nuevo Hombre.

La Cuidad Celestial, está completamente trasparente, no hay ninguna imperfección en ella. No solo todo ha sido redimido, pero su “Iglesia” ha podido llegar a contener la Plenitud de la Naturaleza de Dios en todos Sus Huiós, Neaniskos que se sitúan simbólicamente en el Tabernáculo de la Cuidad Santa según como los conoció el Espíritu de Dios, antes de la fundación del mundo.
Los Santos de todos los tiempos, serán situados en fuera del tabernáculo de la Ciudad Santa.
En el exterior de la Ciudad Celestial, sus muros están hechos de Jaspe, que simbolizan la “Zoe” del Espíritu del Dios Triuno.
En su interior es hecha de oro puro, semejante al vidrio limpio, que simboliza la plenitud de la Naturaleza del Espíritu del Dios. Esto es como ve a Sus Santos el Espíritu del Dios Triuno.

Hay muchos grupos que se dominan “cristianos” que, debido a una falsa humildad, se consideran pecadores. Pero el Espíritu del Dios, ve a los Vencedores, a los que están permitiendo al Espíritu de progresar en la ocupación de sus corazones, con una apariencia de Jaspe por fuera, de oro puro semejante al vidrio limpio por dentro.
Esta es la verdadera realidad de los Santos del Espíritu del Dios, una vez que sus espíritus son formados con el espíritu vivificante de Jesucristo Glorificado
Es mediante esta FE y por pura Gracia del Espíritu de Dios, que todos los Santos en sus experiencias de vida, le será posible llegar a la meta de tener sus espíritus formados mediante un apropiado tráfico espiritual mediante el lavamiento y la unción del Espíritu Santo de Dios.

En cada momento de sus vidas terrenales tendrán que presentar bajo la cruz todas sus debilidades y poner FE que el Espíritu Santo recogerá sus peticiones purificándolas mediante el lavamiento en la Sangre de Cristo, para que el Espíritu de Jesucristo, pueda progresar mayormente en sus espíritus.

Hermanos y hermanas, si todos tuviéramos, esta revelación, en nuestro corazón, ciertamente nos veríamos totalmente diferente del mundo, y ciertamente podría ser un enorme incentivo de querer vivir en este mundo, lo que somos, en la realidad espiritual que Cristo hizo posible a todos sus Santos, el vivir en Él para disfrutar Su Justicia y Su Santidad según la Gracia recibida.
Todos ellos a su nivel, podrán amar no solo el fruto o el árbol, más el árbol con todo el fruto.

Si pensamos que somos pecadores, solo pretendemos amar al Árbol. Si nos vemos como el Espíritu de Dios nos ve, podremos amar al Árbol y el Fruto.

Si solo amamos al Árbol, ciertamente pecaremos, pero si pensamos que en posición ya somos de Jaspe por fuera, y de oro fino semejantes al vidrio limpio por dentro, con una gloriosa esperanza real, que Él Señor terminará la obra que tiene comenzado en nosotros, podríamos ciertamente encontrar nuevas fuerzas, y FE suficiente, para perseguir el blanco, con mucha más ilusión, y con toda humildad y mansedumbre y poder amar también el Fruto.

Antes de la Cruz, nuestro corazón estaba ocupado por el espíritu de Satanás y de sus demonios, ahora, después de la Cruz, nuestro espíritu comienza a estar ocupado por el Espíritu de Jesucristo Glorificado, con la perspectiva final, que si lo permitimos, desechando toda nuestra vanagloria mediante la FE en la obra terminada por Cristo, por Gracia y mediante la Fe, Él avanzará, para ocupar también, toda nuestra alma, para que nuestro cuerpo pueda expresar en su totalidad, la Plenitud de la Justicia y de la Santidad Divina por Su Gloria, ya en esto mundo.

El plan eterno del Espíritu del Dios Triuno, es formar en esta dispensación la Iglesia, mediante miles de millares de Huiós, Neaniskos, que puedan tener el Espíritu de Jesucristo Glorificado, formado en sus corazones en Justicia y Santidad, para que estos puedan ser Su expresión eterna, y Su morada mutua para regir en el Milenio y en la Nueva Creación.

La Nueva Jerusalén, es un simbol de la totalidad del Nuevo Hombre, el Candelabro de Oro, la Vid, la Esposa del Cordero, los Vencedores.
La Nueva Jerusalén es el cumplimiento de Génesis 1:26 que dice:

26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

En Génesis, vemos el propósito inicial del Espíritu del Dios Triuno en formar al Primer Adán.
Al final, en Apocalipsis, vemos los miles de millares de Huiós y Neaniskos y los millones de millones de los Santo de todos los tiempos que, constituyen al Nuevo Hombre, el postrer Adán de forma Corporativa, rebosantes de la Plenitud de la Naturaleza del Espíritu del Dios, formada en sus corazones, y con la capacidad plena, de expresarle, por la eternidad, en toda la creación.

Esto fue el plan original que el Espíritu del Padre formuló. El plan, que el Espíritu del Hijo logró hacer una realidad y donde el Espíritu pudo llevar a cabo en todos sus Huios, Neaniskos y en todos los Santos de todos los tiempos.

Hermanos y hermanas, mucho más se puede decir de la Nueva Jerusalén, debido que es la expresión de toda la Economía del Espíritu de Dios, y esto es un asunto infinito. Mi propósito no fue en escribir todo sobre ella, más que dar unas pinceladitas, con el fin que podamos apreciar la grandiosidad y magnificencia del Espíritu del Dios y de Su obra.

Hermanos y hermanas, Él tuve un plan maravilloso para el hombre. A pesar de todas las dificultades encontradas, Él supo llevarlo a su fin.
Este fin es increíblemente asombroso, extraordinario y real:

La Nueva Jerusalén.

Si solo pudiéramos ver como la realidad, este plan tan Glorioso, me pregunto:

¿Cómo podríamos seguir viviendo en nuestra mezquina vanidad y ser así antagonistas al Plan Divino?

Yo me siento pasmado delate tan Gran Obra, sin fuerzas naturales en mí, para seguir una vida de rebeldía, me siento totalmente vendido a la merced del Espíritu del Dios y de su libre albedrio, sin ninguna otra alternativa que estar sumiso a Él en toda humildad Justicia y Santidad que es mi realidad.

Mis lágrimas abundan en mis mejillas, en pensar que todo esto, está fuera del alcance de billones y billones de personas, que siguen viviendo en este mundo siguiendo la Ley del conocimiento del bien y del mal por falta de conocimiento.

También estoy triste por los millones de millones que representarán todos los Santos, fuera del Tabernáculo de la Nueva Jerusalén, en el estado eterno, debido que todo ellos, solo estarán con el Espíritu del Dios, pero que no podrán tener acceso dentro del Tabernáculo de la Santa Cuidad, haciendo parte de Él.

También estoy triste por la Naciones que se arrodillarán delante del Cordero solo en Su segunda venida, como la “Cabeza” del el Nuevo Hombre.
Todos ellos estarán excluidos, sea del Tabernáculo, como de la Nueva Jerusalén. Serán los súbditos del Reino del Espíritu de Dios.

También tenemos que pensar que, en Su Justicia y Santidad el Espíritu de Dios, para tener un Reino, necesitaba de unos súbditos y lo encontró en la Naciones que sobrevivirán a la Gran Tribulación. Todo ellos también tendrán su oportunidad de tener su espíritu formado durante el milenio.

¡Gloria sea al Señor, amén y amén!

Las Naciones, se encuentran hoy esclavas de los engaños y artimañas de Satanás y de todos sus demonios que los quieren amarrar en una profunda oscuridad.
Unos antes de la Cruz de Cristo sin ningún futuro, y los otros después de ella con un futuro muy pobre debido a su Vanidad, pero todos, para entrar en el mileno, tendrán que arrodillarse y creer en la obra de Cristo.

Hermanos y hermanas, vosotros que habéis Nacido de Nuevo, los del segundo grupo, que todavía no tienen el espíritu vivificante formado en sus corazones, son los que más tienen la posibilidad, para entrar por las puertas de la Nueva Jerusalén y poder llegar a hacer parte del Tabernáculo del Espíritu de Dios.

Os suplico, que por Gracia y por medio de la FE, que os veáis libre de toda vuestra vanidad y de todo pecado, que podáis ver con claridad el tesoro que ya tenéis como arras en vuestros corazones y que permitáis al Espíritu Santo formar vuestros corazones en vuestra experiencia, para que un día, pronto, pudierais disfrutar de toda la Gracia de la Plenitud del Espíritu del Dios Triuno en toda humildad, para poder vivir en Justicia y Santidad.
Este es mi deseo y oración para todos vosotros.

¡A Él sea toda la Gloria por lo Siglos de los Siglos, Amen!

¿QUE TE PARECE, Y QUE PIENSA HACER AL RESPECTO?

Hermano Armando.

Berlín, el 25 de diciembre del 2014
Berlín el 16 de mayo del 2016
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