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LA COMUNIÓN Y LA VANAGLORIA

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LA COMUNIÓN Y LA VANAGLORIA Empty LA COMUNIÓN Y LA VANAGLORIA

Mensaje por Admin Lun Mar 06, 2017 7:13 pm

LA COMUNIÓN Y LA VANAGLORIA

LECTURAS BÍBLICAS:

Romanos 8:6; Efesio 4:19; 1 Juan 1:2-3; Juan 7.38; Filipenses 2:5-11; 1 Juan 1-6-7; Mateo 6:31; 1 Juan 1:2-3; 2 Co. 13:14;


Ro. 8:6: Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el espíritu es vida y paz.

Efesio 4:19: después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.

1 Juan 1:2-3 2 (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó);

3 lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.

4 Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.

1 Juan 1-6-7 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;

7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

Juan 7:38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.”

5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,

6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,

7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;

8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,

10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;

11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre

Mateos 6:31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?

32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.

33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

PINCELADAS SOBRE LA VANAGLORIA

La vanidad indica una falta de la realidad.
Desea ser lo que nos es.
Es inútil en todos sus fines, por ser arrogante, presuntuosa, envanecida.
La vanidad siempre quiere tener la razón.
La vanidad es una realidad caprichosa y sin razón o justicia
La vanidad habla mucho sin un real contenido.
La vanagloria es envanecida, por falta de modestia.
La vanidad es presumida.
La vanagloria es sospechosa de las intenciones de los otros, debido que muchas veces juzga sin razón.
La vanagloria tiene un alto concepto injustificado de mí misma
La vanagloria es rara y creída en su manera de ser.
La vanagloria intenta en influir desfavorablemente sobre los otros, para producir una alteración o mudanza o una reacción según sus propias ideas.
La vanidad es manipuladora.
La vanidad intenta a imponer unos gravámenes demasiado gravosos sobre el próximo
La vanidad procura sus metas con ansia de logro injustificadas.
La vanidad es suficiente.
La vanidad se alaba en sobremanera de sus logros.
La vanidad hace un vano alarde de su erudición.
La vanidad se proyectar a sí misma, de una forma exagerada
La vanagloria no tiene modestia.
La vanagloria es arrogante.
La vanagloria demuestra descaro y desfachatez.
La vanagloria se da importancia de cosas sin importancias.
La vanagloria exagera en los sentimientos caballerosos para presumir.
Las experiencias de la vanagloria siempre se originan en su libre albedrío natural.
La vanagloria se expresa mediante vanas palabras.
La vanagloria se encierra en el más absoluto silencio.
La vanagloria critica con el fin de sobra ponerse en sus razonamientos.
La vanagloria nunca alaba, no sea con sarcasmo.
La vanagloria es inflexible, debido que es sumamente perfeccionista.
La vanagloria puede ser muy sensible, pero solo en lo que a ella le interesa.
La vanagloria cuida mucho las apariencias exteriores y descuida las interiores.
La vanagloria cuando puede apoderarse algo, no pregunta permiso, se apodera de todo lo que le apetece.
La vanagloria se siente en derecho de tener toda la libertad de hacer lo que le apetece.
La vanagloria pasa mucho de su tiempo criticando a los otros.
La vanagloria quiere ser el centro de la atención.
La vanagloria es su propio dios.
La vanagloria desea tener cosas que no tiene.
La vanagloria está insatisfecha de su situación
La vanagloria vive su vida amargada.
La vanagloria es mentirosa.
La vanagloria no admite sus responsabilidades, solo admite lo que ella quiere.
La vanagloria cuando se le niega algo, pregunta: “¡¡Porque, NO!!” porque quiere salirse con la suya.
La vanagloria no sabe atenerse a las reglas y se opone.
La vanagloria no sabe someterse.
La vanagloria se siente con el derecho de estar en una posición que no le compete.
La vanagloria puede robar pertenecías ajenas.
La vanagloria le cuesta perdonar.
La vanagloria comente adulterio.
La vanagloria adora a dioses ajenos.
La vanagloria puede llegar a matar.

y…muchas cosas más….


Todo esto y más, está en el corazón del hombre y es la causa que produce todo tipo pecados.

Es muy triste, que un niño en Cristo, no se le advierte de cuan terrible y vanagloriosa, es la situación de su corazón natural.

Ciertamente ha sido salvado del mundo y de Satanás, tiene heredado la Vida Eterna, pero no tiene el pleno disfrute de la Plenitud de esta Vida Eterna, que es el mismo Espíritu del Dios Triuno formado en él que lo hace parte de la Iglesia.
Como niño heredero, a pesar que potencialmente tiene todas las cosas, no las puede disfrutar plenamente, porque está constantemente a bajos de tutores, administradores y curadores (El Espíritu), hasta que llegue a ser mayor de edad, hasta a la Huiothesia experimental.

El Espíritu de Cristo Glorificado, todavía no ha tomado plena posesión de todo su corazón, así que El espíritu vivificante, todavía no está todavía formado plenamente en él.

Como de la misma manera, que un niño recién nacido, comienza a usar sus cincos sentidos, poco a poco, así cuando, alguien es insertado del Espíritu de Cristo Glorificado, comienza a captar los sentidos del Espíritu de Vida, y comienza a tener contacto con su corazón, poco a poco, comenzando por su espíritu.

Todo esto nos lleva a tener muy claro, que un niño en Cristo, solo puede experimentar en parte, en ver, y participar de la Gloria del Espíritu del Dios Triuno.

Hay aspectos Espirituales, que el niño en Cristo, puede disfrutar en su plenitud, como, la Justificación, la Expiación, el Perdón, la Justicia Divina, la Propiciación y todas las cosas pertenecientes al ser cortados del olivo silvestre y ser insertados en el olivo cultivado.

Los aspectos de la santificación, como ver en su Plenitud la Luz y la Vida del Espíritu del Dios Triuno, la redención completa, la Comunión, la Revelación, la Inspiración, la Interpretación, el Poder Espiritual, la Profecía, los Sufrimientos y temas similares solo lo puede experimentar, en partes y de manera progresiva.

En Ex. 25.22 El Espíritu del Dios Triuno dijo a Moisés:

Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre
         los dos querubines que están sobre el arca del testimonio…

Estamos entrando en el tema de la Comunión con el Espíritu del Dios Triuno, que está entre los temas que un creyente recibe en parte, y de manera progresiva.

La Comunión con el Espíritu del Dios Triuno, tiene que ver con su Gloria, y es representada por el Tabernáculo en el propiciatorio bajo las alas de los querubines que cubren la Gloria de Dios.

El Espíritu del Dios Triuno, empieza a manifestarse en la humanidad, mediante Su misericordia y Su amor. El Espíritu del Dios Triuno, no puede demostrar su Gloria en cualquiera sea lugar, de manera directa al hombre, solo lo puede hacer, en el lugar apropiado, y este es en el Espíritu de Cristo Glorificado en el creyente lo cual tiene unos efectos en todo su ser.

Debido que el Espíritu de Cristo Glorificado, es un Cristo corporativo, nosotros hacemos parte de esta corporación Espiritual, y nosotros podemos participar de esta Gloriosa Gloria.

El Espíritu Santo, ve constantemente la sangre derramada por Cristo, y debido a esta sangre, Él concede al creyente, más comunión, en relación a cuanto el Espíritu de Cristo Glorificado le es permitido de penetrar en el corazón mediante Su lavamiento y Su unción.

A causa de la sangre derramada por Cristo, el Padre, puede mostrar su misericordia y amor, sin violar la Ley de Su misma Gloria debido que es el creyente que pide la intervención del Espíritu Santo para que este deseche todo lo que se origina en él y todo lo que le proporciona el sistema del mundo, permitiendo al espíritu vivificante penetrar más y más en él.

Hay varios elementos esenciales para recibir la Comunión:
1. Confesar todo lo que el Espíritu Santo ilumina,
2. Pedir perdón al Espíritu de Dios Padre,
3. Hacer restitución,
4. Ver mediante la Fe, la labor del lavamiento del Espíritu Santo mediante la sangre derramada de Cristo,
5. Ver mediante la Fe, como la Vida del Espíritu de Cristo Glorificado en su resurrección, penetra en nuestro corazón mediante la Unción del Espíritu Santo.

Estos son solo los caminos para recibir la Comunión, pero desde nuestro punto de vista, lo que recibimos, es la Gloria del Espíritu de Jesucristo Glorificado en nosotros.

El propiciatorio es la sede de la Gloria del Espíritu del Dios. Como hijos de Dios, sea niños en Cristo, o sea como Huiós del Espíritu del Dios Triuno, tenemos el derecho, una vez de tener formado el Espíritu del Cristo Glorificado, experimentar en nuestra vida, una más profunda relación con el Señor.

Esto incluye una comunión más y más profunda. Esta comunión, consiste en tener el Espíritu del Cristo Glorificado formado en nuestros corazones de manera continua y progresiva.

Todo costa de una manera o de otra. El costo de recibir más y más, del Espíritu de Cristo Glorificado en nuestro corazón, es uno y uno solo, es poder desechar mediante la Fe y la Gracia del Espíritu de Dios toda nuestra vanagloria, que es el origen de todo pecado, y en cambio, recibir más de la Luz y Vida, del Espíritu de Cristo Glorificado en nosotros.

Esto proceso, hace posible que el Espíritu del Dios, pueda ocupar más y más nuestro corazón, para que este, pueda experimentar más y más, de Su Gloria, que es una comunión íntima y continua, con el Espíritu del Dios Triuno en el Lugar Santísimo.

Es cuando experimentamos una invasión poderosa, de la Santidad del Espíritu del Dios Triuno, en nuestro corazón, donde nuestra vanagloria, se ha disipado, dejando en su lugar una profunda humildad, que es parte esencial de la Vida y la Luz de Cristo Glorificado.

No tenemos que hacer nada para que esto proceso sea una realidad. Se basa en la fe mediante la Gracia del Espíritu de Dios, en lo que representa Su sangre, y en lo que representa la cruz vacía y es, nuestra muerte, sepultura, resurrección y ascensión conjuntamente con Cristo Glorificado.

Cuando experimentamos como verdaderos y reales estos hechos, automáticamente nuestra vanagloria mengua, y recibimos la verdadera humildad Espiritual que es parte de la Vida del Cristo Glorificado, ocupando más y más nuestro corazón.

La humildad, tiene su efecto directo en la obediencia, y en la sumisión, promoviendo en nosotros, la exaltación, por el Espíritu del Dios, como nos enseña el Apóstol Pablo en Filipenses 2:5-11; y podemos ser parte de esta exaltación, cuando estamos en el Espíritu de Cristo Glorificado, como Huiós del Dios Altísimo.

Fil. 2:5-11 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre

Esto es el camino verdadero, la verdad y la vida, o como la llaman: “La corriente del Rio de Vida,” que se origina en el Espíritu del Dios.

Toda otra senda, como la religiosidad, el legalismo el libertarismo, son copias falsificadas, que de nada sirven, para que el Espíritu del Dios, pueda progresar, en nuestros corazones.

Al entrar en esta corriente de Luz y de Vida, hará que la Fe que recibimos a diario, crezca, y esto crecimiento, es una invitación directa para que el Espíritu del Dios cumpla con su deseo de relevarse experimentalmente formado en nuestra vida.

Como los hábitos malos, son muy adictivos, tener el hábito de permanecer en esta corriente de Aguas Vivas, en continuo contacto con el Espíritu del Dios, da lugar que nuestro estilo de vida cambie, y deje de producir la vanagloria. Es cuando el Espíritu de Cristo Glorificado puede producir en nuestro corazón la humildad. Es cuando se deja de vivir en el mundo, para a vivir en Dios viendo las cosas que no se ven como nuestra realidad. Es cuando se deja de vivir en las tinieblas, para vivir bajo la Luz y la Vida del Espíritu de Cristo Glorificado. Cristo en Juan 7:38 nos dice:

Jn. 7:38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.”

No voy a hablar de las ventajas materiales, de vivir en el Espíritu del Cristo Glorificado, solo mencionaré una, que también menciona, el Señor en Mt. 6:31-33;

Mateos 6:31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

No cito estos versículos, como un estímulo para seguir este camino, pero para tener la certeza de Su misericordia, de conocer que tenemos un Señor muy compasivo y generoso.

Antes de tener el Espíritu del Dios en nuestro Nuevo Corazón, no estábamos conscientes de la muerte Espiritual en que vivíamos, debido que solo prestábamos atención a lo que se ve, a la carne y al mundo.

Ahora que nuestra mente, comienza a experimentar la Vida y la Luz del Espíritu del Dios, la cual no se ve, comenzamos a experimentar la Paz y el Gozo, que proviene del Espíritu de Dios, que nos infunde del Espíritu de Vida en nuestro Nuevo Corazón.

Estos sentimientos, son algo nuevo en el recién insertado en el olivo cultivado, y cuando este sigue lo que el Espíritu le propone, se siente ahora en paz, y se siente tranquilo, se siente cómodo, fuerte y satisfecho viviendo en su vida la realidad que no se ve.

Como a un niño en Cristo, aún tenemos en nosotros la savia del olivo silvestre en nuestro corazón, y podemos experimentar, que a veces nos desviamos de los dictámenes del Espíritu de Dios. Cuando esto pasa, nos sentimos mezquinos, hipócritas, miserables, farsantes y mentirosos.

Cuando estas situaciones pasan, son un signo, que Usted tiene el Espíritu, solo que este, todavía nos es formado en Usted, y pueden pasar muchos años, antes que esto tome plena posesión del Nuevo Corazón. A veces seguirá experimentando el conocimiento de la ley del bien y del mal, y a veces, experimentará la Ley del Espíritu de Vida.

Si solo pasare el primer caso, entonces uno Usted tendría que preocuparse, si desea que el Espíritu Divino obre en su corazón. En este caso tan común en el mundo, es como nos dice el Apóstol Pablo, en Efesio 4:19;

Ef. 4:19; después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.

Los hábitos, son un apego morboso, y son una droga irresistible, y es por esto, que las personas de este mundo, cometen todo tipo de perversidades, de manera voluntaria y le parece perfectamente normal porque perdieron toda sensibilidad espiritual.

Es porque han desechado toda sensibilidad de su corazón, y son cautivos a estos hábitos irresistibles. Sus conciencias ya se han hecho tan dura, y callosa, que no pueden reaccionar, de la manera que fueron creadas.

Ciertamente, un aún en un niño en Cristo recién nacido, tiene algo en su corazón, que el mundo no puede percibir y por pequeño que pudiera ser es un pedacito del Espíritu de Jesucristo, un pedacito que quiere crecer hasta a formarse y producir el buen fruto como parte de la Iglesia de Jesucristo.

La experiencia más alta, que puede tener una persona del mundo, es poder seguir la ley del conocimiento del Bien y del mal.

El problema de esta ley, es que siempre produce vanagloria. Esta experiencia, se escapa ya del juicio de una conciencia, que es vendida a la esclavitud del mundo, haciendo que su corazón se endureciera hasta hacerse insensible.

Debido que estas personas, tienen un gran endurecimiento en su corazón, son totalmente insensibles a la vanagloria, que es el origen de todos sus pecados.

La vanagloria, los induce, sea a hacer el bien, como en hacer el mal. El camino de seguir la ley del bien y del mal, es un camino que lleva siempre, a una situación irreversible, para el hombre natural, y es la producción, de una cantidad incalculable, de vanagloria. Es como si uno cavase, su misma tumba, y poco a poco, se enterrase a sí mismo en ella.

La Ley de la Vida del Espíritu, produce todo lo opuesto, produce amor y humildad, produce la Vida del Espíritu de Cristo Glorificado. Más el espíritu vivificante progresa en el Nuevo Corazón, esta experiencia produce amor y humildad en todo lo que comienza hacer el niño en Cristo. Su corazón ahora puede producir cantidades siempre mayores de amor y humildad, debido al Espíritu de Cristo Glorificado que se está formando en su espíritu.

Es verdad que todavía no es consistente, pero con el pasar de los años, siempre se puede notar un progreso espiritual que influye en todas sus experiencias terrenales.

Si no hay progreso Espiritual, que se evidencia en hechos, es una señal, que el Espíritu no está en su corazón. Si solo puede producir el bien y el mal sin valorar donde se origina (En su mente o en su espíritu) es un signo inequívoco que todavía tiene un corazón natural. Si no es evidente que todo lo que uno hace es por la sola Gloria del Señor, hay serias dudas de su creencia. Si no hay producción de amor y humildad por la Gloria del Espíritu de Dios no hay el Espíritu de Vida en su corazón.

Hay personas que son más sensibles al Espíritu que otras, y pueden progresar con una cierta agilidad. Hay otras personas, que son la gran mayoría, que se resisten a la obra del Espíritu y no están dispuestas a desechar la vanagloria por medio el lavamiento del Espíritu Santo, cuando el Espíritu los ilumina. Debido a esto, el orgullo y la vanagloria, se desenfrena en todas sus acciones y siguen viviendo en la obscuridad.

No solo el Espíritu no puede progresar, más el Espíritu tiene que cerrar Su puerta al sujeto, debido que este persiste en sus malas decisiones, las cuales siempre terminarán en penas, sufrimientos, angustias y congojas. Cuando sentimos sentimientos como debilidad, vacío, depresión, oscuridad, y dolor, rabia, confusión, podemos estar seguros, que detrás de estos sentimientos, siempre se oculta la vanagloria.

Muchas veces, no sabemos qué hacer, y estamos confundidos, pero si hacemos caso a nuestra conciencia en comunión con el Señor, cuando esta es pura, podremos detectar muy fácilmente, lo que nos está ocurriendo.

Si nos sentimos débiles, vacíos, deprimidos, doloridos, rencorosos, altivos, es seguro que es porque el camino que estamos siguiendo, es un camino que está produciendo ciertamente vanagloria en nosotros.

Si el camino que estamos siguiendo produce paz, tranquilidad, sosiego, reposo, calma, serenidad, equilibrio, podemos estar seguros que este camino está produciendo amor, humildad y Vida.

Cuando hay humildad en nuestro camino diario, experimentaremos la Luz y la Vida del Espíritu del Dios en nuestro corazón, es cuando se dice, que estamos andando en el Espíritu y trasportados del torrente del Rio de Agua Viva.

Cuando en un momento de comunión nuestra consciencia nos advierte que estamos caminando por el camino de la vanagloria, tenemos que confesarlo y pedir perdón al Señor, para que podemos pedir al Señor la intervención del Espíritu Santo de Dios mediante su lavamiento y su unción, que nos llevará a producir el amor y la humildad necesaria, para que podamos experimentar otra vez, la paz interior, que tanto necesitamos.

En las epístolas de los Apóstoles, notamos que a menudo saludaban, deseando a los oyentes Gracia, y Paz.

Esto es porqué, la Gracia, es para recordarnos que hemos recibido en nuestro espíritu el Espíritu del Dios para que Él sea nuestra Luz y nuestra Vida en nuestras experiencias. Él representa una vez formado la verdadera Iglesia.

Paz, porque es debido a la Gracia recibida, tenemos ahora la capacidad, de experimentarla en nuestro andar diario, debido a la soberanía de la fe, en el poder del Espíritu de Cristo resucitado. Cristo crucificó nuestro viejo hombre en posición, y debido a este hecho inamovible, el Nuevo Hombre, está capacitado para producir un camino de amor y humildad, que le generará en su interior, toda la paz que necesita.

El Apóstol Juan nos dice en 1 Juan 1:2-3;

1 Juan 1:2-3 (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó);
3 lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.
4 Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.

Cuando el Apóstol nos habla de la ‘Vida Eterna’, automáticamente nosotros pensamos al futuro de una vida eterna. Pero nada de esto. Aquí el Apóstol, nos habla de la Vida Increada Eterna del Espíritu del Dios, que todos los que han creído en Él, han recibido en sus corazones, y esto, nos incluye ciertamente tú y yo.

Hemos recibido esta Vida Increada, para que pueda crecer para poderla usar, para que esta pueda producir en nosotros el amor y la humildad de Vida, que necesitamos, para que podamos experimentar una estrecha Comunión con el Espíritu del Dios, para que podamos experimentar el gozo y la paz que tanto necesitamos.

La Vida Eterna Increada, es la Vida del Espíritu del Dios Triuno, que está en todos los corazones que han nacidos de nuevo, paras que la misma Vida Increada de Dios, pueda ser nuestra Vida en nuestras experiencias para que tengamos comunión y paz en humildad como parte integra de la Iglesia, la Nueva Jerusalén, la Esposa del Cordero sin mancha ni arruga y ciertamente esto representaremos, una vez que nuestro espíritu sea formado en justicia y santidad mediante la labor incesante del Espíritu Santo de Dios mediante Su lavamiento y Su unción. En 2 Tes. 2:13 se dice:

2:13 Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad,

El Apóstol Pablo en 2 Co. 13:14; nos dice:

2 Co. 13:14;14 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.

La palabra ‘comunión’, significa participación mutua. Esto quiere decir que el Espíritu increado del Espíritu del Dios Triuno, desea participar en la administración de nuestras vidas, en todas nuestras experiencias diaria.

Él nos quiere dar Su Luz y Su Vida en plenitud, para que podamos tomar las decisiones correctas, libre de la vanagloria, para que nuestras vidas, sean unas vidas de gozo y de paz. Cuando dejamos fluir esta Vida Increada, en nuestras experiencias, la Vida del Espíritu del Dios, en nosotros corazones, hará que experimentemos un Gozo y Paz profundo.

Si queremos dejar al Espíritu de Vida del Dios Triuno, progresar en nuestro corazón tenemos que prestar mucha atención de no interrumpir estas Comunión, esto quiere decir, vivir una vida en toda humildad y amor. Tenemos estar tan sensible a todo lo que no sea justicia y santidad, para que podamos a tiempo y fuera de tiempo desechar mediante el lavamiento y la unción del Espíritu Santo toda la vanidad, de nuestro corazón, para que todas nuestras acciones sean puras, sin manchas, alguna de vanagloria. Es cuando el vaso de barro deja de producir acción alguna y cuando el tesoro dentro del vaso toma toda iniciativa en nuestra vida.

El Apóstol Juan dijo en 1 Juan 1:6;

1 Juan 1:6;6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;
7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

Mientras la Vida Increada del Espíritu de Dios, en todos los corazones de sus hijos, sean estos niños en Cristo, o Huiós del Dios Altísimo, es inquebrantable, e incondicional.,

La Comunión con el Espíritu, por lo contrario, es condicional y se puede quebrantar, se puede interrumpir, cuando la vanagloria encuentra un sitio en nuestras experiencias diarias olvidándonos de done se origina lo que vamos hacer y con qué fin. Cuando esto pasa, tenemos que restaurarla, mediante la confesión el pedir perdón, y usar la labor del Espíritu Santo.

El propósito final de mantener la Comunión con el Espíritu, difiere de propósito, entre un niño en Cristo, y la de un Huiós del Dios Triuno.

En un niño en Cristo el propósito es llegar a tener Cristo formado en su corazón, para que el niño llegue al momento de la huiothesia, donde El Espíritu del Dios Padre, lo proclama mediante un continuo lavamiento y una continua unción, un Huiós del Dios Altísimo.

El propósito de la Comunión en un Huiós de Dios, es poder ser sobre edificado, para llegar a ser, como el Espíritu lo conoció, antes de la fundación del mundo, para que este pueda ministrar y Glorificar al Espíritu del Dios Triuno, en la Nueva Jerusalén en el sitio adecuado y predestinado por el Espíritu del Dios Triuno, y poder depositar todas las tres coronas que Él tiene preparado para él, haciéndolo parte de los Vencedores, parte de la Novia del Cordero, y de Su Esposa, con todos los derecho a una herencia incorruptible, como parte de la Nueva Jerusalén, juntamente con todos los Santos de todos los tiempos desde pentecostés hasta el arrebatamiento de la Iglesia, para poder disfrutar de milenio y en la Tierra Nueva y en los Cielos Nuevos, toda la Plenitud de la Vida Increada, del Espíritu del Dios Triuno.

El ciclo de Vida Espiritual es el siguiente:

Cuanto más disfrutamos de la Vida Eterna Increada del Espíritu del Dios Triuno, más participamos de Su Comunión.

Cuanto más Comunión de la Vida Eterna Increada del Espíritu del Dios Triuno disfrutamos, más Luz Divina obtenemos.

Cuanta más Luz de la Vida Eterna Increada del Espíritu del Dios Triuno recibimos, más somos lavados por la sangre de Jesús, para ser más blancos que la nieve para poder recibir la unción del espíritu vivificante por obra del Espíritu Santo.

Todo esto se consigue desechando diariamente toda la vanagloria, y dejando al Espíritu del Dios Triuno, ocupar todo nuestro corazón, produciendo humildad y amor siempre en mayor cantidad.

Tal ciclo nos hace avanzar en el crecimiento de la Vida Espiritual, hasta alcanzar el sitio en que el Espíritu del Dios Triuno, nos conoció, antes de la fundación del mundo, para ser su Gloria.


¿QUE TE PARECE Y QUE PIENSA HACER AL RESPECTO?

Armando Zanolla

Berlín el 20 de mayo del 2014
Berlín el 06 de marzo del 2017
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